No toda trampa es mala…

Conozco mucha gente que piensa que internet es el mismísimo demonio, y trata de evitar -o aplazar lo mas posible- el interés de sus hijos por hacer uso de las nuevas tecnologías, como la computadora y -sobre todo- el uso de internet. Piensan que es demasiado peligroso, y que está lleno de trampas que a los mas incautos les pueden costar desde  un buen susto hasta su vida propia.

Pero Internet es una herramienta, se puede usar para el bien o para el mal, con la misma simpleza con que puedes elegir el usar un martillo para matar a alguien o para construir un hospital. Obviamente la culpa no es de la herramienta. La misma cantidad de peligros está en el mundo real (lo que no se soluciona prohibiendo a la gente salir a la calle, o siendo anti-social).

La mejor manera de estar seguro de algo es conociéndolo, no desconociéndolo. Por ejemplo, hay que ver que no toda trampa es mala, he aquí un par de ejemplos de ello:

1. Un grupo de derechos humanos en Holanda afirma haber identificado a más de 1.000 pedófilos en todo el mundo a través de una oferta de sexo cibernético con una imagen generada por computador de una niña filipina de diez años que llamaron “Sweetie”.
El grupo busca despertar la atención hacia una nueva y creciente forma de explotación conocida como turismo sexual infantil por cámara web y que, alegan, ha creado decenas de miles de víctimas tan sólo en Filipinas.

http://on.mash.to/L44Eu2

2.  Las autoridades forestales estatales en todo Estados Unidos han estado usando  estos ciervos robots desde hace varias décadas como señuelos para detectar a cazadores sin escrúpulos y el programa ha valido la pena, con cientos de citaciones. La funcionaria dijo que los robots permiten que la policía atrape a los cazadores furtivos en plena actividad, lo cual les ahorra mucho tiempo de investigación después…

http://bit.ly/L44v9Y

Claro que hay que andarse con cuidado. Pero sobra decir que cualquier exceso es malo, y estar en el extremo opuesto también puede ser verdaderamente dañino en la formación de una persona, en el sentido de prohibirle al acceso a la tecnología a un niño al grado de estar creando lo que en su edad adulta se perfilará como todo un “analfabeta tecnológico” sin la más mínima oportunidad de destacar. Hay que procurar mas el aprovechamiento, y menos el miedo. Que entiendan (mejor por nosotros) que internet puede ser terrible y maravilloso. Hay que buscar, como decía Aristóteles, “el justo medio”.
Soy un persona que en general creo muy poco en las “prohibiciones”. Cambiemos estos prejuicios de negación y “censura” por una formación de criterios bien entendidos en cuestiones básicas de seguridad/privacidad, que nos sirvan primero para nosotros mismos, y después para inculcarles un entendimiento mas correcto de la tecnología a nuestras nuevas generaciones.

No toda trampa es mala…

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